lunes, 3 de enero de 2011

Encuentro casual

Cuando llegue a Plaza Francia, me di cuenta que hace mucho no me sentaba a leer un libro al aire libre y disfrutar de un poco de tranquilidad, y creí que era un buen momento para hacerlo.
Luego de terminar de leer un cuento de mi libro (Buzón de tiempo, Mario Benedetti),fui interrumpida por una voz que me pedía amablemente permiso para sentarse en el otro extremo del asiento, era un chico de 19 o 20 años, un tipo alto, flaco, llevaba un pantalón de jean y una camisa a cuadros, pero esos son detalles sin importancia, lo que realmente me llamo la atención fueron sus ojos llenos de misterio combinados con un color miel, y una sonrisa que inspiraba confianza; y para completarla sostenía en sus manos el mismo libro que yo estaba comenzando a leer. Amablemente desocupe el asiento para que pudiera sentarse.
A los pocos minutos de nuestra lectura compartida, me comencé a sentir incomoda, sentía que alguien me observaba, y no quería levantar la vista porque sabía que iba a encontrarme con los 2 ojos misteriosos que tanto me habían llamado la atención; de repente volví a escuchar su voz que nuevamente se dirigía a mi
-¿Que casualidad que estemos leyendo el mismo libro no?-, antes de contestar simule un rostro sorprendido como si no me hubiese dado cuenta de que ambos leíamos lo mismo.
-Generalmente no creo en las casualidades-le dije
¿Decís que por algo nos teníamos que sentar en el mismo asiento?-volvió a sonreír.
Tal vez –dije
Mmm destino-dijo mientras miraba para otro lado como si mi respuesta lo hubiese confundido.
Pensé que no era conveniente de hablar de casualidades y destino y le pregunte que cuento estaba leyendo Mi pregunta lo sobresalto, al parecer seguía pensando en lo que le había respondido.
Eee Ausencias ¿vos?- me contesto tartamudeando pero volviendo su mirada al libro.
 Todavía no llegue a Ausencia, estoy leyendo Asalto en la noche.
Mmm como una mujer puede engañar a un ladrón para satisfacer su cuerpo y terminar matandolo, generalemente son un poco manipuladoras ustedes. El mío se trata de sacar un clavo con otro, después lo vas a entender.
Y generalmente ustedes no se quedan atrás- dije mirándolo de manera desafiante.
Si hablamos de eso no vamos a terminar mas, es una charla sin fin-respondió con intención de no comenzar una discusión.
Está bien si queres hablamos de otra cosa-dije
Esa tarde el tiempo pasó muy rápido, conversamos de carreras, de libros, de peliculas, sociedad, pero en ningún momento ninguno se preocupo por saber el nombre del otro.
Comenzó a oscurecer, me tenía que ir ya que en mi casa me estaban esperando para comer, y al parecer a el también lo esperaban porque miro el reloj preocupado.
Ya es tarde, tengo que irme-le dije guardando mis cosas.
Yo también, gracias por una charla muy interesante- me dijo acercándose a mi dándome un beso en los labios, un dulce piquito.
Sin decir ninguna otra palabra se fue. Mientras yo me quede sentada unos minutos, sin entender lo que había pasado esa tarde.
Cuando volví a la realidad sin darme cuenta dije en voz alta “Solo fue una casualidad” y rápidamente me levante y me fui de esa plaza.

8 comentarios:

  1. Mierda, a mi esas cosas no me pasan...

    Simplemente estoy comiendo un choripan en un puestito de la costanera y las minas se me acercan para decimre: "Correte, quiero chimichurri!"
    (?)

    Que locoooooo!!! xD

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  2. Penélope, genial el blog!!!Me sumo a la lista de seguidores...

    Con respecto a tu "encuentro casual",...jamás me pasó..será porque nunca me senté en una plaza a leer un libro???Anyway, se nota como algo interesante. Habrá sido causal y no casual??



    Besos!!!
    Viole

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  3. Uh, eso te pasó de verdad? jaja qué genial!
    Gracias por tus palabras alentadoras, era justo lo que necesitaba que alguien me diga! jaja
    Un beso!

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  4. Muy loco, muy tierno, muy novelistico como suelo decir(?)y no le pediste el msn al chico? BUE. Y con respecto a Evelyna..si no se muriò seguro que en eso anda.. bah, pobre ni la muerte se merece. Me gustó también tu blog, un beso!

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  5. Yo que vos, acampo en Plaza Francia.
    Me gustó tu blog. Te sigo. Saludos.

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  6. Oh, plaza Francia. Todos mordimos algo allì, si, alguna vez. Ansia en plaza Francia, dijo una vez el calamar.

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